jueves, 22 de noviembre de 2007

RECUPERACIÓN DE LA DEMOCRACIA


De 1989 hasta hoy

La transición chilena fue compleja y costosa en vidas humanas. Durante los cinco años de protestas (de 1982 a 1986) los opositores debieron enfrentar una represión que provocó un centenar de muertos y muchos heridos. Entre 1985 y 1986 se pensó que la dictadura podía caer, y uno de los partidos opositores, el PC, organizó un grupo armado que intentó matar a Pinochet. Tras el fracaso del atentado, el grueso de la oposición, dirigida por demócrata cristianos, socialistas y radicales, se concentró en una salida a través de medios institucionales, lo que se obtuvo a través del plebiscito de octubre de 1988. Esta consulta fue una derrota para Pinochet, quien perdió el derecho de continuar en el poder y abrió el camino a las elecciones de diciembre de 1989, donde el demócrata cristiano Patricio Aylwin fue elegido presidente. Pero los militares se retiraron habiendo impuesto una serie de leyes que jugarían en su favor e impedirían un cabal regreso a la democracia.

En marzo de 1990 el general Pinochet, de acuerdo a los resultados de la elección realizada tres meses antes, entregó el mando supremo del país a Patricio Aylwin, el candidato vencedor, que representaba a la Concertación, la coalición de partidos que se había opuesto a la dictadura militar en sus últimos años. Esa alianza estaba compuesta por el PS y la DC, los antiguos rivales durante la UP, y también por un nuevo partido, el PPD (Partido por la democracia), los radicales y los socialdemócratas, que últimamente se han fusionado. El PC, el antiguo aliado de los socialistas, quedó aislado y obtiene bajos porcentajes en las elecciones, sin lograr elegir parlamentarios, en parte a causa del sistema binominal. Esta alianza ha tenido éxito, al ganar todas las elecciones, tanto presidenciales como parlamentarias, desde 1989 hasta hoy. Después del gobierno de Aylwin (de 1990 a 1994), el poder pasó a manos del demócratacristiano Eduardo Frei (hijo del anterior), quien gobernó desde 1994 a 2000, al socialista Ricardo Lagos, quien gobernó entre 2000 y 2006, y últimamente, a la socialista Michelle Bachelet, primera mujer en ejercer ese cargo en Chile. Tal como Lagos, su triunfo se logró tras pasar a la segunda ronda, en enero de 2006, derrotando a Sebastián Piñera, el candidato de la derecha, ya que en la primera no había alcanzado la mayoría absoluta. Su mandato será más corto que el de sus antecesores, ya que una reforma constitucional fijó en cuatro años la duración del gobierno. La próxima elección se realizará en diciembre de 2009. Los partidos que apoyan a la presidenta tiene también mayoría simple en ambas cámaras.

La “Concertación” ha tenido éxitos en el plano económico, ya que durante la década de 1990 el PNB del país creció a un promedio de 6% anual, el mejor resultado de un país latinoamericano, y uno de los más sobresalientes del mundo. La estrategia ha sido muy semejante a la heredada de la dictadura, ya que las exportaciones siguen siendo el motor de la economía. Chile ha pasado a participar en varios mercados regionales: es miembro asociado del Mercosur, participa en las reuniones de la APEC (Asociación de Asia-Pacífico), apoyó con entusiasmo el proyecto de ALCA (integración de las Américas) y ha firmado tratados de libre cambio con Canadá, con la Unión europea, con Estados Unidos y con China. La empresa privada, tanto nacional como extranjera, continúan dirigiendo las principales actividades. Su esfera se ha ampliado, ya que la Concertación ha seguido privatizando servicios, como el agua potable y la construcción de carreteras. Han llegado muchos capitales extranjeros, de EE.UU., Canadá y España, sobre todo a las minas y a los servicios. La cesantía alcanzó un nadir de 5,5%, en 1997. Esta prosperidad ha hecho aumentar el ingreso anual de los chilenos, que pasó de 2,000 dólares p.c. a 5,000 ( o a más de 9,000 si se calcula en términos de poder de compra). Entre2001 y 2003 el crecimiento disminuyó un tanto, bajando a 3,5 y 4%, para repuntar ligeramente en 2005 y 2006. La cesantía llegó a alcanzar cerca del 10% entre 2001-2003 pero en 2006 ha bajado al 7,5%. Por encima de todo, se mantienen grandes desigualdades en la distribución del ingreso y hay unanimidad en todos los partidos para criticar el bajo nivel de la educación pública, una de las principales causas del mantenimiento de las desigualdades. Durante abril y mayo de 2006 hubo grandes manifestaciones de escolares exigiendo una reforma de la educación, lo que está actualmente en estudio.

El nuevo régimen ha significado también el restablecimiento de las libertades fundamentales (prensa, reunión, etc.). La democratización ha hecho progresos, aunque no toda la herencia de la dictadura ha sido cambiada. En 2004 se reformó la Constitución de 1980, aboliéndose varias de las disposiciones impuestas por Pinochet antes de entregar el mando a los civiles: la existencia de senadores designados (cuatro de ellos eran militares) y los vitalicios (Pinochet era uno de ellos). El presidente recuperó la capacidad de destituir a los jefes de las fuerzas armadas. En cambio, no se ha modificado el sistema electoral binominal, que sigue siendo muy poco representativo. Ha habido ciertos avances en materia de derechos humanos. En 1991 se dio a conocer el informe Rettig, que identificaba a las víctimas de la dictadura, pero no a los responsables de los crímenes, y la ley de autoamnistía, de 1978, sigue en vigencia. En 2000, Pinochet perdió su fuero o inmunidad parlamentaria, debiendo enfrentar un juicio por su responsabilidad en varias de las matanzas cometidas bajo su gobierno, pero el juicio quedó detenido por razones de salud. Además, ese proceso comenzó gracias al arrestodel antiguo dictador en 1998 en Londres, por la iniciativa del juez español Baltazar Garzón. Al mismo tiempo, gracias a ese nuevo contexto, se enjuiciaron y condenaron a algunos oficiales culpables de otros crímenes (cometidos después de 1978), y en 2001 los militares se vieron obligados a reconocer que muchas personas habían sido muertas y desaparecidas, a veces lanzadas al mar, aunque sin identificar a los responsables de esos crímenes. Sin embargo, Pinochet murió en diciembre de 2006 sin haber sido enjuiciado. En cambio, en 2004 se dio a conocer el Informe nacional sobre la tortura, que estableció claramente que esa práctica no había sido obra de algunos individuos aislados, sino que había sido hecha en forma sistemática por los militares, lo que tuvo un fuerte impacto en la opinión pública. Se dio además una compensación material a las víctimas de la tortura.

Si estos progresos fueron lentos, esto se debe en parte a que los antiguos partidarios de la dictadura mantienen un peso político importante, ya que los partidos de la derecha, que han adoptado nuevos nombres (Renovación nacional y Unión Democrática independiente) mantienen una votación elevada y constituyen una oposición numerosa en el congreso, impidiendo la aprobación de leyes que reformarían la Constitución, que requieren más que una mayoría simple. Sin embargo, la Concertación ha insistido poco en esas reformas, prefiriendo dedicarse a estimular el crecimiento económico y destacando la necesidad de alcanzar la reconciliación nacional, para borrar la herencia de la dictadura.

En el plano social, el país ha cambiado. Los resultados del censo de población de 2002 indican que el crecimiento demográfico se ha frenado considerablemente, y que Chile está hoy entre los países de más baja natalidad de América latina, junto a Cuba y Uruguay. La población supera ligeramente los 15 millones de habitantes, y es urbana en casi 90%. Se calcula que cerca de un millón de chilenos viven fuera del país (de ellos, 30 000 residen en Canadá); a aquellos que salieron bajo la dictadura, y que han regresado sólo en parte, se han añadido otros, que siguen saliendo por razones de trabajo. Los católicos siguen siendo mayoría entre los creyentes, pero en menor porcentaje, ya que el número de adherentes a las iglesias evangélicas ha aumentado bastante. La relativa prosperidad chilena atrae a gente de países vecinos: hay alrededor de 50 000 peruanos viviendo en Chile, muchos de ellos ilegalmente, y también varios miles de profesionales ecuatorianos, argentinos y cubanos. Pese a la gran apertura internacional que el país ha vivido, las mentalidades siguen siendo más bien conservadoras: Chile fue el último país occidental en aprobar una ley de divorcio, en el año 2005, y los planes del gobierno de distribuir gratuitamente medicamentos que impiden el embarazo ("píldora del día después") ha encontrado fuerte resistencia de parte de grupos de católicos, aunque la mayoría de la opinión pública está de acuerdo con el programa.


RESPONDE:
1. MENCIONA LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE ESTE PERÍODO.
2. ¿QUÉ SIGNIFICA RETORNAR A LA DEMOCRACIA ?
3. CONFECCIONA UN ESQUEMA RESUMEN DEL TEXTO.